sábado, 15 de enero de 2011

El último rey de Valaquia (parte I)

Los héroes han partido de Vinnogard con destino a Mogariuth, capital de Valaquia, para investigar sobre el destino del heredero del trono de Valaquia. Su intención es adelantarse a los aliados de Mu Th'arr y conseguir que Valaquia se alíe con la Alianza Élfica. Pero si resulta difícil seguir el rastro de una familia que desapareció de los mejores espías florentinos hace doscientos años, hacerlo en una ciudad en la que pululan organizaciones secretas, la persecución florentina y la intriga palaciega lo hace además peligroso.

Febrero de 1633
(3004 según el calendario florentino)


- Los héroes viajan hacia Mogariuth siguiendo el curso del río Dunav. Van acompañados de Graund N'amyrr, quien se esconde en forma del sirviente Agnus.

- En el camino, se encuentran con un pueblo pesquero y pequeño puerto. Usando los amuletos de forma humana que les regaló el dragón, los héroes se hacen pasar por humanos y buscan comprar o conseguirse una barca con la cual acelerar su viaje río abajo.

- Anädheleth usa los pendientes de Venus para convencer a un mercader de que les venda su navío a precio más conveniente, pero éste, quizás porque tiene una fuerza de voluntad mayor de lo que imaginaban, se resiste y se da cuenta de que estaban tratando de hechizarlo. No sólo aumenta el precio de la barca, sino que además los denuncia al inquisidor florentino del pueblo.

- Los héroes consiguen escapar de la patrulla florentina luego de una breve pelea que acaba con el puerto en llamas y varios humanos muertos.

- El grupo viaja hacia el suroeste, siguiendo el curso del río a bordo de su barca robada. En la noche esconden el bote en la ribera, durante el día viajan a buena velocidad mientras Eleion patrulla el sector volando con su pegaso.

- Cuando están a menos de un día de Mogariuth, Eleion distingue a una campesina herida cerca del camino que lleva a la capital. Miarlith le salva la vida y ella les agradece: les cuenta que se llama Josephine "La Gritona" e iba camino a la ciudad con un cargamento de trigo y comida para la Universidad de Aquisgrán, pero que unos ladrones la asaltaron y se llevaron todo. Eleion y Miarlith van entonces a encontrarse con los ladrones (que estaban muy cerca de allí), los ahuyentan y les quitan la carreta. La campesina les agradece nuevamente y les explica que si se dirigen a Mogariuth, deben ocultar sus objetos mágicos y a la entrada pedir un salvoconducto de estudiante (como si fueran a estudiar a la Universidad de Aquisgrán), ya que es mucho más barato que el salvoconducto de aventurero (que les permitiría andar con objetos mágicos). Además, les dice que cuando lleguen a la ciudad, vayan a verla a la Universidad.

- El grupo llega a la ciudad y, siguiendo los consejos de Josephine, piden un salvoconducto de estudiante y en el mercado compran aceite avellanas púrpuras, con el que untan sus objetos mágicos para bloquearlos al escrutinio de los inquisidores florentinos. También consiguen algunas habitaciones en la mejor posada para aventureros de la ciudad: la posada Tres Mentiras, que se jacta de ser segura, tranquila y no muy cara.

- En la posada, el grupo reconoce a Necratos, el shamán semiorco, miembro del otro grupo enviado por Mu Th'arr. Junto a él están Aknorg, el guerrero orco, y Sirielle, la drow, conversando con dos hombres que parecen comunes y corrientes, si no fuera por sus cicatrices y las hojas ocultas en sus ropas. Los héroes intentan no llamar la atención al instalarse en la posada y procuran informarse sobre las leyendas de la ciudad.

- Los héroes visitan la Universidad de Aquisgrán y conocen a Weyland de Brunswick, académico y estudioso de las más diversas ciencias (medicina, anatomía, astronomía, arquitectura, historia, política, filosofía, matemáticas y geografía, entre otras). Weyland los acoge cordialmente, les agradece por haber salvado a Josephine y los invita a asistir a sus cátedras en la universidad. Además, les recomiendo un mercader del Paseo de Ismuth, Johannes Wexler, que ofrece objetos mágico que podrían interesarle a los héroes.

- Un grupo de los héroes va al mercado, y Anädheleth se encuentra por casualidad con Ricardo Olivero, el antiguo guardia florentino del castillo Horia, que ahora forma parte de la guardia de la ciudad. Ricardo la reconoce en su forma humana y la invita a conversar con él: le cuenta que forma parte de una cofradía secreta y que quizás le pueda ayudar en su misión.

- Eleion y otros, que van al mercado con la intención de comprar objetos mágicos, se topan con un inquisidor cuando están regateando con el vendedor (los objetos mágicos son mercadería prohibida en el Imperio); Eleion consigue salvar la situación, aunque el inquisidor sabe que algo estaban ocultando todos, y el mercader, Wexler, queda muy agradecido con ellos.
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